Los estudiantes identificados reciben servicios de acuerdo con sus planes educativos individuales. Se crean metas y expectativas realistas y apropiadas basadas en caso por caso y decididas por el equipo del IEP que incluyen, pero no se limitan a, desarrollar habilidades para la vida apropiadas para la edad, apoyos académicos y de conducta, horario diario modificado y calificación alternativa.
Los elementos centrales que se abordan en cada salón de clases son: fidelidad en el bloque de habilidades de enseñanza, implementación de prácticas instruccionales sólidas, progreso monitoreado cada seis semanas con evaluaciones integradas y muestras de trabajo de los estudiantes, lecciones de diseño retroactivo y remisión inmediata a SIT cuando se indica falta de progreso. La instrucción basada en datos es un componente esencial del modelo RTI, donde se implementan el uso de un lenguaje común y las expectativas de manera horizontal y vertical. El objetivo es apoyar, criticar y mejorar la calidad de la instrucción impulsada por evaluaciones. Los maestros de intervención brindan un apoyo continuo que incluye modelos tanto de extracción como de inserción. Además, los maestros de intervención recopilan, organizan, monitorean y comparten datos de los estudiantes con los maestros principales. Con base en los datos, en asociación con los maestros de las aulas centrales, los maestros de intervención establecen el tipo de apoyo que se necesita para cada estudiante en particular.